la humedecida soga
-dura, gruesa, esparto que hiere-
de los miedos, las angustias, el silencio
que no rompe el rumor de olas lejanas
y que a pesar de todo
me mantiene con vida en este suelo
de arenas movedizas, lodazales y charcos
en los que sobrevivo
cada día.
que no rompe el rumor de olas lejanas
y que a pesar de todo
me mantiene con vida en este suelo
de arenas movedizas, lodazales y charcos
en los que sobrevivo
cada día.
En la otra, finamente cortada,
(una delgada línea que parte
en dos la mano)
sujeto a duras penas el hilo escurridizo
-de nylon, transparente, apenas
perceptible-
que me amarra a la cometa de los sueños,
los anhelos, la esperanza que vuela
cada vez más arriba y que se pierde
entre nubes.
No hay cuerda tan suave
que no hiera las manos
en dos la mano)
sujeto a duras penas el hilo escurridizo
-de nylon, transparente, apenas
perceptible-
que me amarra a la cometa de los sueños,
los anhelos, la esperanza que vuela
cada vez más arriba y que se pierde
entre nubes.
No hay cuerda tan suave
que no hiera las manos
que la aferran.
Precioso,Santiago!!!Muy bueno. Aplausos, aplausos...
ResponderEliminarLibre te quiero....como los poemas de Rosalía..
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