ni las aletas dilatadas de tu nariz,
no es tu boca que se crispa
en una mueca o que me busca
con avidez de oasis.
No es tu cuello que se estira o tus pezones
que me miran desafiantes
ni tus manos que me agarran,
me acarician, me arañan:
me sostienen.
No es tu sexo que me acoge ni tu ombligo
que persigue al mío
en el ir y venir de nuestros cuerpos.
No es tu voz que me susurra
o me grita
o que me llama
o se silencia.
Es mucho más que eso: es
la piel,
la vida entera.
©Santiago Pérez Merlo
Precioso poema de amor!!! Debes de tener una musa que te inspira y te lleva a la plenitud como poeta...Muchos, muchos aplausos
ResponderEliminarUn bellísimo poema de amor..!!La piél que guarda y proteprotege..!!
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