No tu boca entreabierta ni tu lengua,
no,
ni los labios ardientes que desean el beso
sólo como preludio.
No tu boca sedienta de saliva dulce
en la que naufragar,
ni la boca que busca mi oreja,
mi cuello, mis manos, mi sexo
con la avidez del animal que somos.
No,
no tu boca entregada de ayer
ni la boca anhelosa de mañana.
Quiero la otra boca, la cerrada
en la mueca,
la que tiembla con temblor de llanto suave
o se curva en la sonrisa del cariño infinito.
Quiero el beso que me das
cuando no nos besamos.
©Santiago Pérez Merlo
Es un poema de un amor que se trasciende a si mismo.Magnifico
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