-Dime
-Te quiero... No:
te amo. Te amo
como no recordaba
que se pudiera hacer
o, más bien,
como ni siquiera supe
que se podía amar
hasta que apareciste.
-Pero tal vez el amor
sea siempre eso:
ese descubrimiento
o ese desconcierto eternos.
-Pues entonces te quiero
desde antes de siempre.
©Santiago Pérez Merlo
No hay comentarios:
Publicar un comentario