que no llegó a salir porque pesaba
como un susurro que no se pronunció
en el momento exacto.
He perdido el silencio en el último grito
salvaje y primitivo del amor,
ahogado en la almohada de los sueños
prohibidos en la noche de mañana.
Y si perdí la voz y he perdido el silencio
¿qué es lo que me arde en la garganta?
©Santiago Pérez Merlo
No hay comentarios:
Publicar un comentario