No existe lo que no se nombra,
lo que no se pronuncia
ni se dice
no tiene esencia, ni contorno,
ni la más leve forma:
nada.
No existe el poema
hasta que no se escribe;
aunque exista mucho antes
la poesía.
No existe la memoria
hasta que no verbalizamos
-siquiera mentalmente-
los recuerdos.
No hay por tanto “mañana”,
ni tiempo,
ni destiempo,
ni futuro inmediato
o subjuntivo,
ni “te voy a echar de menos”
o “te voy a añorar”…
si guardamos silencio.
Muy bonito, Santiago. Estás en una etapa romantica,muy poetica y con mucha sensibilidad. Estás realmente enamorado???
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