Palabras

En el supremo acto de la cobardía,
cuando nadie las oye
y han perdido por tanto el poder
de dañar si fueran falsas;
aunque pierdan también 
la opción de acariciar, de ser
el mensaje preciso que acaso nadie espera
y por eso incrementan su infalibilidad,
es cuando yo convoco
a las palabras.
Las palabras que usan los amantes 
y los que aún no aman pero intuyen 
qué términos serán mañana eco
de lo que sienten hoy pero no encuentran.
Las palabras que el miedo 
                                          o la inseguridad 
ahogan 
y se secan y extinguen
y no son nunca dichas y así pierden
hasta su propia esencia.
Las convoco -decía- y a pesar de saber
que no hay oídos ya 
que les presten sentido,
a pesar de que las oigo
luchando por salir
del silencio en que nacieron 
antaño las palabras,
no quieren acudir y se mueren
al borde de los labios 
los te quiero.

©Santiago Pérez Merlo

1 comentario:

  1. Tú usas muy bien las palabras y juegas con ellas para construir poemas como este..Aplausos, aplausos

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