O no tan fingidor...

No escribiría que no existe el paraíso
si creyera 
que hay un dios esperando
el día del juicio.
No gritaría las cosas que detesto 
si no las detestara.
No cantaría tu cuerpo de mujer 
si me gustara un hombre.

Lo que sí puedo hacer 
es no llevar banderas 
ni ponerme el disfraz de hombre respetable;
y no decir tu nombre, 
ni pregonar
uno por uno 
tus lunares 
o esa diminuta cicatriz 
que te hace inconfundible.

Pero que no lo diga,
no lo convierte en falso.

©Santiago Pérez Merlo

1 comentario:

  1. Muy bonto, Santiago. Me gusta el ritmo de este poema. Aplausos

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