Me observo desde fuera, la pluma
suspendida
sobre el papel en blanco, la mirada
flotando
en algún punto
entre la luna y tu perfume.
Y pienso: sí, soy yo.
Me contemplo de la mano
de mi hija, mirándola crecer
y concentrado
en protegerla
sin ahogarla.
Y digo: sí, soy yo.
Me veo junto a ti,
abrazándote fuerte,
como un niño aferrado
a la madre el primer día
de colegio,
con angustia presentida
de la ausencia.
Y dudo, ¿seré yo?
©Santiago Pérez Merlo
Precioso,Santiago!!! Me encanta, con esas certezas y esa duda final. Me ha gustado mucho. Aplausos, aplausos...
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