Ni falta que le hace

               (Para Manuel, mi padre.)

Tengo su voz o una muy parecida
y tengo su impaciencia.
No tengo ni su pelo rizado
ni su equipo de fútbol.
No fuimos nunca juntos a pescar
ni recuerdo haber pensado en él
como en un superhéroe…
Ni falta que le hace.

No me constan sesudos consejos
ni charlas moralistas.
No me puso jamás la mano encima.
No conservo como un tesoro oculto
una de esas lecciones que se le suponen
a un progenitor…
Ni falta que le hace.

Pero sí tengo vivo el recuerdo
de tardes de teatro
y de cine; de mañanas de Rastro
y de Cuesta Moyano; de playas,
de El Peral, de manguera en el patio
de la abuela y noches de flamenco;
de compartir
trabajos manuales para el día de la madre
y de saber muy pronto
que él, ellos eran mejor que Baltasar
y el ratoncito Pérez.
Y recuerdo su paciencia
-la que a veces nos falta a los dos-
con el adolescente que fui.
Y su apoyo en las duras
(muy duras, que también las hubo)
no incondicional y porque sí,
porque obliga la sangre
que no siempre obliga...
Ni falta que le hace.

Acaba siendo una falacia siempre
que un padre deba ser
el mejor amigo de uno…
Ni falta que le hace.

©Santiago Pérez Merlo

6 comentarios:

  1. Estremecedor, no puede haber mas ternura y mas puro sentimiento. Que orgulloso debe de sentirse tu padre de tí!!!

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  2. No puedo ser imparcial...pero tú sí eres el más grande!

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  3. Bonitos versos para un hombre al que recuerdo con afecto en la distancia
    Saludos

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    1. Muchas gracias. En nombre de ambos, pero no sabemos quién eres... Si nos das una pista... ;)

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  4. Los protagonistas de estos versos sois vosotros, quizás no sea el momento ni el lugar para acercar la distancia. Llevo tiempo siguiendo el blog y necesité felicitaros por lo que acababa de leer.
    Saludos

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    1. Respetamos tu anonimato, pues... Y te reitero el agradecimiento por tus palabras. Saludos

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