Hay un nido de
urracas
frente a la
ventana de mi dormitorio.
Lo sé. No son, ni
mucho menos,
ni los de mejor
canto;
no son bucólicas
como las
golondrinas
ni evocadoras
como las cigüeñas.
Son sólo urracas.
Prosaicas urracas
blanquinegras
y urbanas
que vuelan no muy
alto,
picotean lo que
pueden
y tratan de sacar
adelante
a su prole, su
nido…
Más o menos,
como hago yo
mismo.
Me encanta, Santiago!!! Es verdad que no son unos pájaros bonitos, pero por eso se merecen un poema. Ya le dedicó Machado uno a las moscas...Ah y por cierto, mi abuela decía «las burracas» jejejeje
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