Bajo la danza alocada del fuego
el tronco gime, crepita
con más hondo lamento
cuanto menor es su edad;
resignado y quejumbroso tan sólo
el roble viejo se consume
sin apenas ruido.
Pero el final del baile es el mismo:
ceniza. Sólo ceniza gris
donde hubo azul, amarillo,
naranja espasmo de vida
que se consume para que otros
aprovechen su luz y su calor
mientras se extingue
dejando oscuridad, frío,
con un poco de suerte algún rescoldo
es lo que quedará de ti mañana,
algún poema.
©Santiago Pérez Merlo
Que bonito!!! Me encanta la imagen del fuego, su luz, sus colores, su calor...aplausos Santiago.
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