Custodia compartida

Es horrible (lo sabrás algún día... o mejor:
no lo sepas nunca)
tenerse que poner el disfraz
de persona madura, de padre responsable 
y tragarme las ganas de abrazarte
tan fuerte como pueda cuando dices
Yo no me quiero ir. Quiero quedarme
contigo. ¿Por qué tengo que irme?.
Es horrible en lugar de decirte quédate,
tener que argumentar todas esas razones:
que tú madre te quiere, que te echa de menos
y tú a ella, que sois felices juntas...

Así que márchate -es la hora-
y disfruta, sé feliz estos días
y no mires atrás, no quiero que me veas
sonriendo.
No soporto mentirte.

©Santiago Pérez Merlo

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