Aitana, un favor

Te lo he dicho muchas veces:
no tengo ningún miedo 
de que crezcas.
Al revés: me entusiasma 
que vayan en aumento
tus preguntas juiciosas, 
tus dudas razonables 
y que aún así se mezclen 
con la ilusión (aunque sea fingida) 
del Ratoncito Pérez y las hadas de los cuentos.

Sólo te pido 
un favor: que podamos 
seguir hablando siempre 
como adultos 
(incluso cuando lo seamos,
que no es tarea fácil)
y que podamos
seguir riendo siempre
como niños...
incluso,
si dejamos de serlo.

©Santiago Pérez Merlo

2 comentarios:

  1. Genial, Santiago!!!Un canto a la vida y una visión optimista y preciosa del inevitable crecimiento de tu hija. Muy bonito.

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  2. Me encanta!!! Qué suerte tiene esa niña de tenerte como padre y qué orgullosa debe de sentirse de que le escribas poemas tan bonitos. Cuanta sensibilidad, sin caer en la ñoñería. Aplausos,aplausos, aplausos

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