Recuerda aquella vez
que dejaste de fumar
y en tus sueños
todas las mujeres te pedían fuego
a la puerta de los bares.
Y tú fumabas sin parar
un pitillo tras otro
porque tu subconsciente
no entiende de enfisemas.
Al despertar, no obstante, no buscabas
desesperadamente tu tabaco.
Tú eres fuerte y sabes
mantenerte saludable.
Yo, esta noche, he soñado contigo
y ya ves, me he levantado
como si tal cosa,
sin desearte más ni menos que ayer
al otro lado de la cama.
Lo que sí he hecho,
nada más levantarme,
es fumarme un cigarro.
Es mejor fumar en sueños y no fumarse un cigarro al levantarse...también soñar con alguien a quien no echas de menos al despertar...Buen poema!!!
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