Sólo pensar que esta noche
o mañana
o dentro de tres meses
pero en un plazo de tiempo
que me deje soñar que es esta vida,
vas a pasar los ojos
por encima de estos versos
y vas a pensar, qué se yo,
qué
mal poeta,
pero
qué buen corazón
(o viceversa).
O ¿de
dónde sacará este hombre
esas
ideas? ¿cómo con esa pinta
puede
escribir así?
¿quién
le habrá dicho a este
que
eso que ha escrito
es un poema?
O a lo mejor, quién sabe,
te quedas boquiabierta y sientes
que al menos tres o cuatro
de los versos te traspasan,
se te alojan
en algún lugar de paso
entre los pies y la melena…
Cualquier cosa menos quedarte muda,
impasible e inerte como
quien ve un anuncio cien veces repetido.
E incluso así me quedará un consuelo
si sale una palabra de tu boca,
si has gastado tu tiempo,
restado horas al sueño o a tus hijos
para decirme un día:
“te he leído”.
“te he leído”.
Hermann Fenner-Behmer, "La lectora" |
Que bonito!!!que afortunada debe de ser esa lectora a la que le has dedicado este poema...Solo por saber q le dedicas pensamientos «tan sentidos»
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