De cero a diez
has aprendido a hablar,
a comer sola,
a caminar por la vida
-o al menos por el pasillo-
sin caerte
y a levantarte si te caes.
Y has sufrido ya los primeros
reveses:
Papá Noel, los Reyes, el divorcio
de tus padres...
Es increíble -ya lo descubrirás-,
la impronta que estos años
dejarán en tu vida
y te sorprenderás, mediados los
cuarenta,
repitiendo los gestos de tu
madre,
las manías de tu padre…
De diez a veinte te esperan
el fastidio de la regla y del amor,
y muy probablemente
las primeras decepciones,
los suspensos que aún no has
cosechado
y una madurez que no sospechas
que llegue tan temprano.
Se llama adolescencia
y dicen que se cura
pero es sólo el paseo
hacia esa edad incierta
(“juventud”)
que puede prolongarse
lo que quieras.
De ahí en adelante…
Mejor pregúntame
cuando alcances la veintena.
©Santiago Pérez Merlo
Yo se algo de décadas...Aún me sorprende alguna cosa. Bien es cierto que cada vez menos.
ResponderEliminarBravo, bravo y bravo!!! Por muchas decenas q se cosechen siempre se tienen nuevas vivencias y nuevos aprendizajes...la vida, por suerte, no se para y plantea retos y experiencias nuevas casi a diario.....
ResponderEliminarCada vez que un hijo o una hija cumple años es un momento para renacer como padre o como madre. Felicidades a ambos!!!
ResponderEliminar