ya lo saben.
Fingir la propia muerte
es la broma más cruel,
es la broma más cruel,
salvo si es la misma Muerte
la que finge que nos deja vivos
porque entonces maldita
la gracia que tiene.
Pero ayer era día de fingir...
“El poeta es un fingidor”.
Y, este, humildemente,
la que finge que nos deja vivos
porque entonces maldita
la gracia que tiene.
Pero ayer era día de fingir...
“El poeta es un fingidor”.
Y, este, humildemente,
es mi homenaje.
©Santiago Pérez Merlo
©Santiago Pérez Merlo
La inspiración no te falla...y te pilla «siemre trabajando», por lo tanto el resultado es magnífico!!!
ResponderEliminarA Pessoa le hubiera encantado...! O deberíamos pensar..que le ha encantado?Los poetas no mueren..
ResponderEliminar