Crítica

Un amigo poeta me ha dicho 
-creo que como insulto-  
que yo era cotidiano
Que en mis poemas no hay 
palabras que no se entiendan  
y que a veces, incluso,  
copio del diccionario. 
Dice que algunos de ellos, 
los menos amorosos, 
provocan acidez por lo sencillo 
porque está la dulzura en el reverso  
inalcanzable (o algo así)  
de unas pocas palabras. 
Dice que no está mal hablar del barrio, 
incluidas las putas si se llaman  
Calíope, Terpsícore, Talía, 
Melpómene, Polimnia o Clío, 
Euterpe, Urania, Erato... 
Dice que el lenguaje común 
ha pasado de moda "otra vez" 
(esto no lo he entendido) 
en la poesía y vuelve  
cierto culteranismo. 
Dice que él, sin ir más lejos, 
si un poema lo entiende a la primera,  
lo desprecia automáticamente, 
que prefiere los puzzles 
o tener que consultar varios glosarios 
(en su más pura acepción, 
todo sea dicho). 

Al final, no me ha quedado claro 
(y eso que lo ha dicho varias veces) 
si es aspirante a crítico feroz 
o a Poeta mayúsculo y premiado... 

Eso sí, además del rapapolvo, 
me ha tocado a mí  
pagar mis cañas  
y sus gintonics. Con cardamomo. 

©Santiago Pérez Merlo

3 comentarios:

  1. Pues yo no comparto la opinion de tu amigo poeta...creo que ese es tu mérito:componer poemas tan bellos con palabras sencillas y usando lo cotidiano como tema...

    ResponderEliminar
  2. La ternura no necesita nada de enredos ni glosarios...es sublime y bello por sí sólo ...y si no,que se lo diga a Benedetti

    ResponderEliminar
  3. Ningún poeta que se precie,o que lo aprecien,podrá decir eso de tus poémas. ..Son preciosos..!

    ResponderEliminar