Mentir que la distancia es el olvido,
aunque yo no conciba esa razón;
o pedirle al reloj que no marque las horas
porque voy a enloquecer;
o verter lágrimas negras
como mi vida...
son solo excusas, amor
-que otros inventaron antes-,
para hablarte al oído cuando quiero
escribirte un poema o cantarte
a media voz.
©Santiago Pérez Merlo
¡¡¡Que bonito!!!
ResponderEliminar¡¡¡ Fantástico!!!, he tarareado todos los boleros mientras lo leía. Me gusta mucho. Tan sencillo y diciendo tanto....
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