Las tardes de apatía o abulia transitoria
uno puede ponerse a leer a Hölderlin
o a Marcel Proust o a Garcilaso;
o a ver un partido repetido por la tele.
Uno puede también decidir
que va a estudiar por fin Filosofía
o que va a preparar
oposiciones a bibliotecario.
Por poder, uno podría incluso
hacer un sobreesfuerzo
y arreglar de una vez el grifo que gotea
hace meses o hacerse seguidor
de todas las modelos de Instagram...
Cualquier cosa es mejor que pasarse la tarde
dejándose que a uno
le cercenen las horas los recuerdos.
©Santiago Pérez Merlo
Bonito...melancólico...
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