Cuando se descontrolen los incendios forestales
provocados no por la mano del hombre sino por
el rayo desatado
en la tormenta feroz de esta mañana.
Cuando las aguas calmas de los ríos
se embravezcan, despreocupadas y altivas,
con el ansia de grandeza de convertirse en mar.
Cuando las dunas del desierto cubran
los últimos oasis de la tierra y el deshielo
de los polos inunde de una vez
la puñetera Europa.
Cuando las fuerzas de la naturaleza implacable
e indómita arrasen con todo y no haya más que furia,
destrucción, viento y ceniza, arena, agua enfangada...
Cuando todo sea violencia y desaparición
a nuestro paso
(y lo tendremos merecido),
yo buscaré tu calma, tu paz y tu sosiego...
Dormir acurrucado junto a ti
y que mientras reviente el universo.
©Santiago Pérez Merlo
Cada vez lo haces mejor. Llega al alma con la misma fuerza de esa naturaleza que tú describes.
ResponderEliminarNunca dejes de escribir. Un abrazo Santiago